El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense ha condenado a María José Caldelas, exdiputada del PP y esposa del presidente de la Diputación y del PP ourensano, Manuel Baltar, a un año de prisión, a una multa de cinco euros diarios durante doce meses y al pago de las costas procesales, por dos delitos de falsedad en documento oficial durante la etapa en la que estuvo al frente de un pub en la ourensana Plaza de As Mercedes.
El caso se refiere al pub que adquirió Caldelas en la céntrica Praza das Mercedes y que regentó entre 2008 y 2011. Los antiguos propietarios denunciaron que la exdiputada del PP falsificó sus firmas para obtener licencias municipales que le permitirían acometer la reforma de las instalaciones.
En relación a un documento presentado el 24 de marzo de 2009, la sentencia le impone seis meses de prisión y otros tantos de multa a razón de cinco euros diarios. En el caso de que no satisfaga la sanción, quedará sujeta a una responsabilidad personal subsidiaria que le supondría un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas.
También ha condenado a Caldelas por falsedad en documento oficial en relación a un segundo documento, presentado en el registro del Ayuntamiento de Ourense en fecha de 11 de abril de 2011. La pena es idéntica: seis meses de prisión y otros tantos de multa por importe de cinco euros al día, más la responsabilidad civil. La acusada deberá afrontar, asimismo, el pago de las costas procesales.
La mujer de Baltar compró este negocio el 1 de octubre de 2008 a los anteriores propietarios y socios. Medio mes más tarde, presentó en el Ayuntamiento la instancia de apertura y obra en el establecimiento. Sin embargo, a inicios de marzo de 2009 se denegó el cambio de titularidad. El 24 de ese mismo mes se registró en el Ayuntamiento un documento para pedir la instalación de diez veladores en la Plaza de As Mercedes, figurando como solicitante uno de los antiguos propietarios, que denunció los hechos.
El 11 de abril de 2011, el Registro del Ayuntamiento recibió otro documento, también firmado por el denunciante, para pedir una prórroga y acondicionar el local para cambiar su categoría de café bar especial a café bar. La causa se abrió después de que el hombre a nombre del cual se presentaron los escritos negase haber firmado ninguno de los dos documentos. El denunciante aseguró haberse enterado después de que se le embargara por el impago de los veladores que había solicitado. La sentencia reconoce la "verosimilitud" de la declaración del denunciante, sin que en su testimonio se aprecien contradicciones esenciales ni resentimiento o venganza con la acusada.
Además, señala que la firma que aparece en el documento fechado en marzo "se asemeja, pero no coincide" con la del denunciante, mientras que la firma del documento de 2011 "no guarda ningún tipo de semejanza".
Condenada a un año de prisión, a una multa de cinco euros diarios durante doce meses y al pago de las costas procesales